¡Añádeme a tu Google Reader!

Así recibirás automáticamente las actualizaciones.

Add to Google

Thursday, December 13, 2007

Codo a codo trabajando con la organización

Siempre he visto con mucho detenimiento como –en las congregaciones- siervos ministeriales y hombres en general, "lamen las botas", "soban las espaldas" o "besan los traseros" de quienes tienen autoridad en las congregaciones. Nunca faltan los hermanos que en sus comentarios, discursos, oraciones, etc., constantemente ruegan por el bienestar de los ancianos, dan gracias a Dios por la existencia de ellos en la “teocracia” o invitan/insisten asiduamente a la congregación a obedecerles porque así están obedeciendo a Dios. Desde luego, la constante repetición me hace pensar en los reales motivos que hay detrás y si existe un verdadero espíritu cristiano de desear lo mejor para el prójimo.

La historia de Saulo, ilustra muy claramente este hecho.

Saulo, en su vida como parte del judaísmo, tenía un claro respaldo por parte del sistema y sus oficiales.

En Hechos 22:3-5 Pablo con habla de su anterior reputación. Dice: “Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad a los pies de Gamaliel, instruido conforme al rigor de la Ley de nuestros antepasados, siendo celoso por Dios así como todos ustedes lo son este día. Y perseguí de muerte este Camino, atando y entregando a las prisiones tanto a varones como a mujeres, como puede dar testimonio de mí el sumo sacerdote así como toda la asamblea de ancianos. De ellos también obtuve cartas para los hermanos de Damasco, y estaba en camino para también traer atados a Jerusalén a los que estaban allí, para que fueran castigados".

Saulo, educado a los pies del gran maestro de la ley Gamaliel, con el testimonio y apoyo del sumo sacerdote y toda la asamblea de ancianos, era capaz de obtener fácilmente lo que necesitara para llevar a ejecución su propia fe.

Luego tenemos lo que significó para él tal respaldo. En su carta a la Gálatas 1:13, 14 dice: "Ustedes, por supuesto, oyeron acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que hasta el punto de exceso seguí persiguiendo a la congregación de Dios y devastándola, y estaba alcanzando mayor progreso en el judaísmo que muchos de mi propia edad de mi raza, puesto que era mucho más celoso por las tradiciones de mis padres".

Esta claro. Saulo, por su gran celo demostrado a vista de los “poderosos” en su religión, estaba siendo de su completo agrado, logrando amplio respaldo de ellos lo que significaba… vertiginosamente ascender en posiciones de poder y autoridad. Eso era su judaísmo; eso era El Judaísmo.

Entonces ¿cual era el problema? En una frase, él mismo da la respuesta en Gálatas 1:10 donde pregunta retóricamente: "… ¿O estoy procurando agradar a hombres? Si todavía estuviera agradando a hombres, no sería esclavo de Cristo".

Eso era lo que con mucho ahínco estaba haciendo anteriormente: “Agradando a hombres”, lo que significaba el haber sido un completo esclavo de ellos, de su opinión. Pero esta forma de ser contradecía completamente el camino enseñado por Jesús, donde el cristianismo es una Hermandad; sin clases ni posiciones. Una hermandad donde “quien quiera ser el mayor, debe ser el siervo de ellos”.

¿Qué pasa ahora con los Siervos Ministeriales y otros hombres en la congregación? Para ser honesto e imparcial, cuando se juntan los ancianos con el fin de analizar posibles recomendaciones, una de las preguntas que más predomina en el aire es: ¿Qué reputación tiene? Pero no se refieren a la reputación frente a la congregación, sino su reputación a los ojos de los mismos ancianos. Por eso, es vital para un hombre el tener una buena “amistad” con los ancianos; para poder conseguir y mantener nombramientos. (Otra de las preguntas para recomendar a alguien a puestos en la congregación, tiene que ver con los números en su informe mensual).

Alguno dirá: “Quiero ayudar en la congregación, para eso debo tener un nombramiento y para poder conseguirlo necesito del quórum de los ancianos”. Motivos básicos aparentemente buenos y loables. Pero… ¿Necesito nombramientos para cumplir con la Ley del Cristo y demostrar amor a Dios y a los demás; para llevar la delantera en obras excelentes? ¿Acaso no se hace uno esclavo de la opinión de meros hombres, con el fin de tratar de cumplir con algo que no necesita de tal aprobación?

Por eso, los motivos para “servir” de alguien con ese modus operandi debieran estar seriamente en duda y bajo cuestionamiento. Como me han comentado, los nombramientos no cambian a la gente, sino que descubren su verdadera naturaleza.

¿Qué se puede esperar de un hombre que usa tales recursos para ascender en puestos de organización? ¿Será capaz de requerir lo mismo cuando a él le corresponda recomendar al que viene detrás? Quizás sea la razón para entender el tan corrupto y viciado sistema de nombramientos en la watchtower.

El sistema jerárquico en la watchtower es demasiado similar al judaísmo farisaico en estos asuntos. Un sistema clasista, elitista, separatista, corrupto, lleno de simonía y por ende… Inmoral.


9328737@gmail.com

3 comments :

Anonymous said...

Tu post de hoy hace una lúcida reflexión sobre el sistema jerárquico de las congregaciones. En todas las que he conocido, tal proceder ha sido norma, prácticamente sin excepción. O le "lames el culito" -con perdón- a los ancianos de turno, o te olvidas de ascender en el escalafón. Sobre este tema quisiera aportar una reflexión.
He observado que muchísimas personas que desean ser nombradas, albergan un notable deseo de recibir el trato que ellos dispensan a los de rango superior en la congregación. O sea, que no se esfuerzan por servir a los demás, sino por ser servidos, temidos, admirados y adulados por el resto de la congregación.
Cuando consiguen su propósito se comportan como si hubieran recibido un título nobiliario.
En cierta ocasión oí decir a alguien que los nombramientos cambian a la gente. Pero mi reflexión es que no. Los nombramientos no cambian a nadie: simplemente lo delatan.

Saludos
Bebop Man

Anonymous said...

Hola mi querido numerico. Dices verdades enormes. La verdadera madurez de un cristiano no la da su busqueda de privilegios "para ayudar mas". ¿que deberia ser anciano o siervo ministerial? Simplemente buscar el bien de los demas, en especial de los debiles. Cuando uno es anciano, se diferencia solo de un publicador porque puede discursar mas, sobre todo en Asambleas, o porque puede acceder a reuniones sobre la burocracia "teocratica". Pero todos los publicadores deberian ser maestros en atender a huerfanos, viudas Y NO SOLO EN LA CONGREGACION. El apostol Pablo dijo una cosa DE SU PROPIA INICITAIVA,CONTRARIA A LO QUE DIJO CRISTO. Pablo habló como hombre cuando dijo en Gálatas 6 que había que ser bueno sobre todo para los que estan relacionados con "nosotros" en la fe. Jesucristo habló de amar al enemigo. Eso es lo que prevalece. Si un cristiano es un ejemplo en el vecindario, pro su ayuda a los demas, no solo por predicar, esta claro que ya tiene ganado el favor celestial. El resto es agradar a hombres, trabajo en vano, trabajo inutil para Dios.

Unknown said...

Gracias por sus acertados comentarios.
Un abrazo a ambos por estar siempre.

¡Añádeme a tu Google Reader!

Así recibirás automáticamente las actualizaciones.

Add to Google