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Wednesday, May 16, 2012

El abusivo paralelo en los Testigos de Jehová

Referente al grave problema del abuso de menores, los procedimientos judiciales que ha impuesto el cuerpo gobernante de los Testigos de Jehová sobre sus miembros y respectivas familias son tan similares o quizás peores que los mismos abusadores y psicópatas.

Para ilustrarlo, pensemos en los comités judiciales y en como éstos son aplicados sobre la congregación y comparémoslos con la forma como el abuso de menores es ejercitado por estos delincuentes.

Abuso de Menores

Comité Judicial de los Testigos de Jehová

El abusador de menores, –generalmente un hombre-, es a menudo alguien conocido por la víctima: padre, pariente que goza de una confianza y autoridad debido a su rol en la familia.

Los ancianos, -que siempre son varones-, gozan de una confianza y autoridad automática debido al rol que el cuerpo gobernante les ha dado en la congregación.

Con su sola presencia, el abusador atemoriza a su víctima con el fin de que coopere y haga todo lo que se le pida.

Por lo menos 3 ancianos se sientan en frente de una sola persona a la cual se le pide completa cooperación. La persona teme disciplina.

El abusador le indica a la víctima de que él tiene la autoridad para hacerle cosas que puedan dañarle, pero que a pesar del posible dolor, la víctima debe convencerse de que no es nada malo, de que debe apreciarlo o hasta incluso disfrutarlo.

Los ancianos le recuerdan a la persona durante la sesión de que Jehová Dios les ha dado la completa autoridad para juzgarla y que a pesar de que la disciplina pueda parecer “gravosa”, esta debería agradecerse y apreciarse.

El abusador amenaza a la víctima para que mantenga lo ocurrido en el más estricto secreto y no le cuente lo ocurrido a nadie.

Los ancianos le dicen e imponen repetidamente a la persona bajo comité de que no debe divulgar ni decir nada a nadie de lo tratado.

Los abusadores atemorizan y silencian a sus víctimas con amenazas tales como: le va a causar sufrimiento a su familia o ellos se van a enojar con la víctima, que será alejada o abandonada por quienes ama, o hasta que la víctima o alguien de su familia puede perder la vida o ser muerta por el perpetrador del abuso.

Los ancianos dejan muy en claro que si la persona no coopera con el comité, entonces será expulsada. (El cuerpo gobernante impone una expulsión que causa sufrimiento, enojo, abandono y alejamiento por parte de la familia aún testigo. El cuerpo gobernante cataloga a un expulsado como una persona que esta muerta a los ojos de Dios.)

El abusador desmoraliza a su víctima mediante hacerla sentir avergonzada o convenciéndola de que es culpable del abuso ocurrido diciéndole: “Es tu culpa por ser una perra”, “No sirves para nada” o “No eres capaz de hacer nada bien”.

Los ancianos hacen alusión de las posibles debilidades de la persona diciendo: “No eres suficientemente espiritual”, “No aplicas los principios bíblicos lo suficiente” o “No cumples bien con tu ministerio”.

El abusador por lo general niega que haya hecho malo o nunca asume la culpa que tiene debido a su acto abusivo y las consecuencias emocionales que este produce en la víctima.

Los ancianos no asumen responsabilidad personal por el dolor emocional que un comité causa. Ellos se excusan diciendo que solo siguen las directrices judiciales de la organización.

El abusador demanda, espera o asume que la víctima solo “perdone y olvide”.

Los ancianos aconsejan que frente a cualquier error cometido, la persona –bajo oración-, solo “perdone y olvide”.

1 comment :

John Henry Kurtz said...

Muchas gracias por tu excelente trabajo de investigación. ¡Queremos luz, pero no la que nos vende el Governing Body Bank!

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