Jehová Dios “guió la escritura” de esta nueva versión, pero se equivocó estúpidamente al revisarla; se le pasó por alto este error tipográfico:
En vez de “35” debiera decir “32”.
¿Qué le habrá pasado a Jehová Dios mientras revisaba el texto inspirado a su cuerpo gobernante? ¿Se habrá quedado dormido?